Edward Peters, consultor legal en el Vaticano, ocupó la primera plana de los titulares internacionales al afirmar que al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se le debería negar la Comunión, a causa de su respaldo público y consecuente al aborto legal, y a causa que él vive una relación adúltera con su novia.
Interrogado por Cybercast News Service (CNS) sobre la posición de Cuomo respecto al aborto, Peters respondió: “Me gustaría que los expertos sobre las leyes y la política de Nueva York verifiquen unos pocos hechos aquí, pero basados en lo que se informa ampliamente sobre el consecuente respaldo del gobernador para el aborto legal en Nueva York, no veo otra forma de interpretar esta conducta relacionada con el aborto, excepto como suficiente para garantizar que se le niegue la Santa Comunión, según el canon n. 915 del Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica”.
Este canon afirma que “a la sagrada comunión no serán admitidos los excomulgados y los que están en entredicho después de la irrogación o declaración de la pena, y los que obstinadamente perseveran en un manifiesto pecado grave”.
La entrevista de CNS es posterior a un comentario de Peters publicado en un blog post el 4 de enero, en el que afirma que el acuerdo de por vida de Cuomo con su novia Sandra Lee es un “concubinato público” que lo descalifica para recibir la Comunión. Peters agregó que “el hecho que tanto Cuomo como Lee estén divorciados convierte al concubinato en adulterio por ambas partes”.
En un artículo basado en una entrevista con Lee luego de la asunción del cargo de Cuomo, elNew York Post informó que “el recientemente asumido gobernador Cuomo pasó la noche en la vieja habitación de sus padres con la Primera Novia y el ‘bebé’ más reciente de la poderosa pareja —un cacatúa de 2 meses de edad tan frágil que necesitó dormir junto a una lámpara de calor para animación”.
“Sí. No está en discusión sólo esto, sea como sea”, dijo Peters a CNS. “Con absoluta libertad, el gobernador está actuando públicamente en violación a una básica expectativa moral de la Iglesia. Sólo por estos hechos, que reciba la Sagrada Comunión es objetivamente un sacrilegio y produce un grave escándalo en la comunidad de fe”.
Agregó que “en tanto él persista en esta conducta, se le debe impedir la recepción de la Sagrada Comunión según el canon 916. Si se acerca para recibir la Sagrada Comunión, se le debe negar el augusto sacramento según el canon 915”.
Además de su posición pro-aborto y su concubinato público, Cuomo es un abierto defensor del “matrimonio” homosexual, al que el Vaticano dice que los católicos tienen la obligación de oponerse.
En un discurso durante la campaña gubernamental en octubre del año pasado, Cuomo le dijo a los homosexuales: “no quiero ser el gobernador que sólo propone la igualdad matrimonial. No quiero ser el gobernador que hace presión por la igualdad matrimonial. No quiero ser el gobernador que lucha por la igualdad matrimonial. Quiero ser el gobernador que firma la ley que hace que la igualdad sea una realidad en el Estado de Nueva York”.
“Por supuesto, es injusto que los funcionarios públicos den su respaldo a programas que dañan los fundamentos de las sociedades que ellos gobiernan”, le dijo Peters a CNS.
Cuomo recibe la Sagrada Comunión en una Misa celebrada por el obispo
Los interrogantes fueron provocados por la recepción pública de la Sagrada Comunión por parte de Cuomo y Lee en una Misa celebrada por el obispo de Albany, Howard Hubbard, específicamente para festejar la asunción del cargo. Durante su homilía, el obispo Hubbard dijo que el abortista gobernador Cuomo “debería estar profundamente inmerso en la obra de evangelización, esforzándose por la transformación de nuestro Estado y de nuestra sociedad”.
En su post del 4 de enero, citando el canon 392 del Código de Derecho Canónico, Peters advierte que “es responsabilidad del obispo de Albany, Howard Hubbard, velar para que sea promovida la disciplina común de la Iglesia y que se cumplan todas las leyes eclesiásticas, ejerciendo vigilancia especial contra los abusos de los sacramentos y del culto a Dios”.
Agregó que “desgraciadamente, la homilía inaugural festiva de Hubbard frente a Cuomo y Lee, en la que –sin amonestar su estatus objetiva y públicamente pecaminoso- el prelado pareció haber ungido a la pareja como su modelo de evangelizadores en el gobierno, así como su complicidad al administrar la Comunión a Cuomo, en mi opinión lleva a otro abandono de la obligación pastoral”.
La diócesis de Albany respondió diciendo que es “injusto e imprudente hacer un juicio pastoral sobre una situación particular sin conocer los hechos”, agregando que “como materia de práctica pastoral no deberíamos comentar públicamente algo que debe ser tratado en forma privada, independientemente si la persona es una figura pública o un ciudadano privado”.
Luego de la declaración, Peters volvió a disparar en su blog diciendo que “respondí a preguntas razonables que he recibido sobre un comportamiento público, tal como se lo conoce a partir de fuentes públicas, sobre lo que afirma el Derecho Canónico, el cual es mi área de especialidad”,
“Lo hice en forma tan serena y correcta, y con el debido respeto por las personas involucradas, acorde con el canon 212 § 3. No veo cómo alguien podría razonablemente interpretar mis comentarios como ‘juicios pastorales’ impropios”.
Cuomo solo respondió afirmando: “mi religión es una cuestión privada, no es algo que yo discuto en la arena política”.
La Sagrada Comunión y la doctrina católica
Aunque las declaraciones de Peters han generado una conmoción internacional, aquéllas repiten simplemente la ley de larga data de la Iglesia respecto a la recepción de los sacramentos, un punto que ha sido reiterado en años recientes por el ahora cardenal Raymond Burke, prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, el tribunal más elevado del Vaticano.
“No entiendo el debate continuo que sigue a esto. No hay duda que un católico que públicamente, y luego de ser advertido, respalda una legislación pro-aborto no debe recibir la Sagrada Comunión y no se le ha de administrar la misma”, dijo Burke a LifeSiteNews.com en una entrevista del año 2009.
Timothy Dolan, el arzobispo de la Ciudad de Nueva York, comentó en febrero del año pasado que él no permitiría que Cuomo, quien era en ese entonces el Fiscal general del Estado, ocupe un lugar prominente en una ceremonia católica.
“Hay una diferencia entre que todos sean bienvenidos, y proporcionar a alguien que dramática, radical y públicamente se opone a la Iglesia en un tema particularmente dado, ocupe un lugar de preeminencia y reciba una distinción”, dijo Dolan.
Aunque Peters no representa oficialmente al Vaticano, es un funcionario de referencia (consultor) para el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.
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